Reseña: “The Complete Budokan 1978” presenta a Bob Dylan con flauta y saxofón

Reseña: “The Complete Budokan 1978” presenta a Bob Dylan con flauta y saxofón
En esta imagen proporcionada por Sony Legacy Recordings, "The Complete Budokan 1978" de Bob Dylan. (Sony Legacy Recordings vía AP)

Bob Dylan con flauta y saxofón no es para todos.

Pero eso es lo que encontrarás en “The Complete Budokan 1978”, una caja de lujo que presenta dos conciertos en la sala Nippon Budokan de Tokio, de una gira que ha sido ridiculizada en algunos rincones como “Dylan estilo Las Vegas”.

El extravagante paquete de cuatro discos amplía el álbum en vivo “Bob Dylan at Budokan” de 1979 que Dylan interpretó en Japón en apenas la segunda semana de su gira mundial de 1978 que duraría 10 meses.

La gira inició después de las aclamadas series de conciertos de Rolling Thunder por los Estados Unidos en 1975 y 1976, y justo antes de la conversión de Dylan al cristianismo en 1979.

De hecho, Dylan ha señalado que un fan que arrojó una pequeña cruz de plata al escenario en noviembre de 1978 ayudó a estimular su conversión. Pero esa es una historia para otro momento, y una que se exploró profundamente en la caja “Trouble No More” lanzada en 2017.

“The Complete Budokan 1978” incluye los conciertos completos del 28 de febrero y el 1 de marzo de 1978 en los que Dylan realizó versiones dramáticamente reelaboradas de sus conocidas canciones con coristas, violín, flauta y saxofón. Incluso hoy, 45 años después, los arreglos sorprenden por lo alejados que están de las versiones grabadas.

Una alegre versión instrumental con mucho violín de “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” inicia ambos conciertos y establece el tono de lo que está por venir.

En “Mr. Tambourine Man”, Dylan acelera el tempo con la flauta al frente y al centro. Y en “I Threw it All Away”, las coristas tienen un papel destacado mientras Dylan juguetea con la letra. Si alguna vez quisiste escuchar “All Along the Watchtower” con flauta, ahora es tu oportunidad.

Puede resultar discordante para aquellos que aún no están familiarizados con el lanzamiento en vivo original de 1979. Pero para los fanáticos de Dylan que han evitado este período de su carrera, aquí hay gemas escondidas que vale la pena descubrir.

“The Man in Me”, en apenas su sexta vez tocada en vivo y con nueva letra, es bellamente interpretada, completa con un solo de saxofón. “One of Us Must Know (Sooner or Later)”, de “Blonde on Blonde” de 1966, también brilla bajo una reelaboración dramática, con las coristas y el saxo dando a la canción nuevas dimensiones.

El empaque es de primera categoría, con un amplio libro de fotografías de 12 por 12 pulgadas (30 por 30 cm), notas y una caja de recuerdos que incluye dos carteles, así como réplicas del programa de la gira, boletos y folletos.

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