Naqi Rizvi y el tenis para ciegos: una revolución de inclusión, deporte y libertad

El campeón mundial y activista británico-paquistaní impulsa la visibilidad del tenis para personas con discapacidad visual, soñando con su inclusión en los Juegos Paralímpicos

Naqi Rizvi, a sus 34 años, es más que el número uno del mundo en tenis para ciegos. Es un símbolo de libertad personal, un defensor de la inclusión deportiva y un pionero en la lucha por que su disciplina alcance el estatus que merece. Originario de Pakistán y actualmente residente en Londres, Rizvi no solo lidera el ranking global de su categoría, sino que además se ha convertido en la voz más fuerte para llevar el tenis para ciegos a los Juegos Paralímpicos.

Un comienzo a los 24 por una casualidad

Aunque Rizvi perdió la vista completamente a los siete años a raíz de un glaucoma congénito, no fue hasta los 24 cuando descubrió su pasión por el tenis. “Casi te puedo asegurar que si encuestáramos a las personas con discapacidad visual, la mayoría ni siquiera sabría que existe este deporte”, comenta Rizvi.

Gracias a una visita a Metro Blind Sport en Londres, dio con el tenis adaptado para ciegos y quedó fascinado desde el primer momento. Desde entonces, su vida ha cambiado.

La sensación de libertad en la cancha

En una cancha de tenis tengo libertad absoluta”, explica Rizvi con entusiasmo. “Sé dónde están los límites y eso me permite moverme sin bastón, sin ayuda… simplemente jugar”.

Este sentimiento de independencia dentro de los límites del deporte cuenta tanto como los trofeos. “Es increíble poder decidir tú mismo los movimientos sin necesidad de orientación externa”, añade.

¿Cómo se juega al tenis para ciegos?

Como muchos deportes adaptados, el tenis para ciegos combina creatividad con reglas ajustadas:

  • La cancha es más pequeña y la red es ligeramente más baja.
  • En vez de líneas visuales, se colocan bandas táctiles que los jugadores sienten con el pie.
  • El balón es de espuma y contiene un cascabel para permitir su localización auditiva.
  • Dependiendo del grado de discapacidad visual, se permiten hasta tres botes del balón.

Es un deporte muy técnico, hay que anticipar el segundo y tercer bote basándote en el sonido del primero, sin ver cómo tu oponente la golpea”, detalla Rizvi. Una habilidad que requiere horas de práctica y dominio espacial.

Un palmarés de campeón

Rizvi lleva ya varios títulos nacionales en Reino Unido, una corona europea y es el actual campeón mundial 2023 –logro alcanzado en Italia–. También ha ganado el torneo Play Your Way to Wimbledon dos veces consecutivas y se colgó el oro en los ISBA World Games del mismo año.

Me encantaría ser el primer campeón paralímpico de mi disciplina”, dice con brillo en los ojos. Y realmente parece estar en camino.

Un deporte global poco visibilizado

Aunque el tenis para ciegos se practica activamente en más de 30 países y al menos tres continentes —requisito clave del Comité Paralímpico Internacional (CPI) para aceptar un deporte en sus Juegos— aún no ha recibido el estatus paralímpico.

La disciplina nació en Japón en 1984, de la mano del estudiante ciego Takashi Miyoshi. Ha evolucionado rápidamente, pero todavía lucha por reconocimiento. El Campeonato Mundial 2023 contó con 117 jugadores de 20 países, según la World Blind Tennis Association.

Siempre mencionan que el deporte necesita estar más difundido. Pero si no es televisado, si no forma parte de torneos grandes, es imposible que la gente lo conozca”, apunta Rizvi.

Desequilibrio frente al tenis en silla de ruedas

El tenis en silla de ruedas ha alcanzado gran visibilidad desde que entró al circuito de los Grand Slams hace poco más de una década. Tiene apoyo, sponsors y difusión. En contraste, el tenis para ciegos vive de entusiasmos personales.

No tenemos premios monetarios. Viajamos muchas veces por nuestra cuenta. Y no hay un apoyo sistemático de las federaciones”, explica Rizvi. “Es hora de que las entidades rectoras lo incluyan activamente”.

La Lawn Tennis Association (LTA) británica ha dado pasos. Apoya entrenamientos para jugadores con discapacidad visual en el National Tennis Centre. Incluso estrellas del circuito como Jack Draper han probado la modalidad.

Un llamado a la inclusión

Naqi Rizvi también es un ejemplo de integración cultural y diversidad. Nacido de padre paquistaní y madre india, creció superando barreras físicas, sociales y fronterizas. Su historia llegó incluso a los escenarios con una charla TEDx en la University College London.

Desde hace un año, compite representando a Gran Bretaña tras obtener la ciudadanía británica. Mantiene el vínculo emocional con Pakistán mientras construye un legado global.

¿Hacia los Juegos Paralímpicos?

Para ingresar a los Juegos, el CPI exige la constatación de una práctica “habitual, reglamentada y extendida en al menos 32 países de tres continentes”. Todo parece indicar que el tenis para ciegos ya cumple esos requisitos, pero falta voluntad política.

Más que una medalla, quiero que esta disciplina tenga su lugar. Merece estar ahí con el resto, en igualdad”, insiste Rizvi. Sueña con ver pronto a jugadores como él competir en las canchas de Roland Garros o el US Open.

Mientras tanto, sigue entrenando, ganando torneos y hablando donde sea que lo inviten. Porque detrás de cada golpe con la raqueta, va una causa: la dignidad, visibilidad y libertad de miles de atletas invisibles.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press